domingo, 8 de julio de 2012
Auto gestion
Hace tiempo que la auto gestión de todo lo que realizamos se ha complicado. Y esto se debe a la gran cantidad de objetivos que la situación actual nos plantea. Tenemos muchas batallas abiertas pero, a la vez ,tenemos mucha información. Ya no se trata de conseguirla sino de saberla organizar, de darle la credibilidad necesaria tamizándola minimamente.
Les damos más credibilidad a los datos que nos sirven en correos montados por alguien en 20 minutos, de fuentes sin confirmar, que a las propias declaraciones del organismo o del personaje que supuestamente dice o actúa, si hacemos caso al correo pseudo informativo.
Igual nos pasa en acciones que creemos justas y, seguramente lo sean pero, que serían mucho más efectivas auto organizando nuestro apoyo, y además, informandonos independientemente. De esta forma podemos saber si estamos ayudando realmente o estamos quemando recursos en el lugar equivocado.
No es desconfiar de todos , es confirmar, contrastar cualquier información venga de quien venga, lo que nos hace tener opinión propia. No la sesgada por la opinión de actores mesiánicos, que la mayoría delas veces se rodean de sujetos con intereses ocultos.
Necesitamos, ya, actuar pero, con cabeza. Sabiendo donde y cuando. No solo acudiendo a la convocatoria de quien antes cuelga el día y el lugar. Debemos actuar con los medios que tenemos y que son finitos , por lo que no vale de nada abarcar demasiado desperdiciando la fuerza de acciones conjuntas pero bien dirigidas.
Y creo que es lo que hacemos. Ya sea un plan preconcebido, y que creo que está funcionando a la perfección, o que simplemente es tanto lo que sentimos atacado que corremos de un punto a otro a apagar un fuego con tan solo nuestro propio cubo de agua.Que desperdiciamos nuestra fuerza de respuesta a los ataques a nuestra modo de vida, a lo conseguido con anterioridad con acciones mucho mejor sincronizadas de lo que hoy día hacemos. y si pensamos en la diferencia de medios de herramientas de organización, vemos que antes era mucho más complicado que hoy día.
No todo lo que aparece en un medio "libre" como es la red es cierto. Aunque nos lo parezca. O alguien duda que si desde los super medios de comunicaciones , controlaban y manejaban la información distorsionándola,¿¿¿¿ no lo van a hacer aprovechando la red?????.
En definitiva debemos actuar pues estamos mejor, informados, equipados para relacionarnos. Solo nos falta la auto gestión individualizada de cada uno de nosotros y nosotras para saber dirigir nuestro apoyo, justo al centro del problema y no a los objetivos colaterales que nada pueden hacer o influir. Cuando nos demos cuenta ya no podremos actuar, nos desgastamos en batallas vacías de sentido pero, que nos hacen sentir que hicimos todo lo que pudimos, aunque no haya sido así.
sábado, 14 de abril de 2012
Confianza (casi) ciega
Muchos nos preguntamos como hemos podido llegar a esta situación de dependencia de los bancos y cajas.
Como, desde las instancias que dirigen un país, se llega a un punto tal, que es casi imposible escaparse. Por supuesto hablo de la parte de esas instancias que no les ha movido un afán de riqueza personal, que no nos engañemos de todo hay.
Y la respuesta, creo, no la debemos buscar en complicadas teorías. Cuando he tenido la explicación, con palabras sencillas, que todos y todas , sin necesidad de complejos conocimientos de economía podemos entender, queda al descubierto el por qué.
Me refiero a la explicación de lo que son, las tristemente famosas, participaciones preferentes que algunas entidades han "colocado" a sus clientes.
Se trata de una deuda perpetua, que no cotiza en bolsa (con las complicaciones que ello conlleva para su venta).
Leo las explicaciones de que clase de producto financiero es, y no dejo de sorprenderme de como una persona que ha tardado años en reunir sus ahorros, haga un negocio que a todas luces (ahora a toro pasado) parece muy arriesgado.
Pero acabo entendiéndolo porque, todos y todas hacemos lo mismo cuando nos dirigimos a nuestra entidad de toda la vida a realizar cualquier operación. Confiamos en la persona que nos ha guiado durante años en como intentar ganar unos céntimos con nuestro dinero (quienes hayan podido acumular alguna cantidad, realizando el trabajo de "hormiguita" durante años) o que no nos cobraran por cualquier operación o a como solicitar préstamos, etc.
Esa persona que confiamos de tal manera que nos cuesta encontrar a alguien que se haya leído completamente el contrato que firmamos con la simple utilización de una tarjeta de crédito.
Pero no puedo culpar a la persona de la ventanilla pues es un trabajador que debe vender el producto que su empresa comercializa, y que si no consigue ciertas ventas el que perderá ingresos será él.
Complicado esclarecer un culpable y un colaborador necesario. Complicado incluso definirlo como delito pues, existe contrato escrito explicativo (con los términos hábilmente complicados como para no llegar a tener muy claro que significan) y firmado como conformidad.
Así que de lo que se ha abusado es de esa confianza que poníamos en las entidades, a pequeña y a gran escala. Y si ahora nos hemos dado cuenta que dimos nuestra confianza a quienes no debíamos, ¿no es hora de cambiar?.
Y ese cambio debe venir de quienes, en teoría, representan a la mayoría de la ciudadanía. ¿O "mayoría absoluta" creen que significa gobernar a la mayoría de forma absolutista?
Seguramente sea complicado demostrar que ha habido delito, pero desde luego ha habido una injusticia.
Como, desde las instancias que dirigen un país, se llega a un punto tal, que es casi imposible escaparse. Por supuesto hablo de la parte de esas instancias que no les ha movido un afán de riqueza personal, que no nos engañemos de todo hay.
Y la respuesta, creo, no la debemos buscar en complicadas teorías. Cuando he tenido la explicación, con palabras sencillas, que todos y todas , sin necesidad de complejos conocimientos de economía podemos entender, queda al descubierto el por qué.
Me refiero a la explicación de lo que son, las tristemente famosas, participaciones preferentes que algunas entidades han "colocado" a sus clientes.
Se trata de una deuda perpetua, que no cotiza en bolsa (con las complicaciones que ello conlleva para su venta).
Leo las explicaciones de que clase de producto financiero es, y no dejo de sorprenderme de como una persona que ha tardado años en reunir sus ahorros, haga un negocio que a todas luces (ahora a toro pasado) parece muy arriesgado.
Pero acabo entendiéndolo porque, todos y todas hacemos lo mismo cuando nos dirigimos a nuestra entidad de toda la vida a realizar cualquier operación. Confiamos en la persona que nos ha guiado durante años en como intentar ganar unos céntimos con nuestro dinero (quienes hayan podido acumular alguna cantidad, realizando el trabajo de "hormiguita" durante años) o que no nos cobraran por cualquier operación o a como solicitar préstamos, etc.
Esa persona que confiamos de tal manera que nos cuesta encontrar a alguien que se haya leído completamente el contrato que firmamos con la simple utilización de una tarjeta de crédito.
Pero no puedo culpar a la persona de la ventanilla pues es un trabajador que debe vender el producto que su empresa comercializa, y que si no consigue ciertas ventas el que perderá ingresos será él.
Complicado esclarecer un culpable y un colaborador necesario. Complicado incluso definirlo como delito pues, existe contrato escrito explicativo (con los términos hábilmente complicados como para no llegar a tener muy claro que significan) y firmado como conformidad.
Así que de lo que se ha abusado es de esa confianza que poníamos en las entidades, a pequeña y a gran escala. Y si ahora nos hemos dado cuenta que dimos nuestra confianza a quienes no debíamos, ¿no es hora de cambiar?.
Y ese cambio debe venir de quienes, en teoría, representan a la mayoría de la ciudadanía. ¿O "mayoría absoluta" creen que significa gobernar a la mayoría de forma absolutista?
Seguramente sea complicado demostrar que ha habido delito, pero desde luego ha habido una injusticia.
sábado, 31 de marzo de 2012
Despedir a una ministra
Que el gobierno del PP no iba a cambiar, fuera cual fuera el resultado de esta huelga general, era algo que a nadie se le escapaba.
Que no le importe lo que los ciudadanos piden a gritos por las calles y manifiestan de la forma más lesiva para sus intereses, perdiendo parte de sus ingresos , apoyando una reclamación legítima, es grave pero también previsible.
La reforma laboral que facilita el despido por razones que ahora pasan a ser legales pero no justas, sigue vigente y no tiene tintes de cambiar.
La opción de la enmienda a la totalidad, tramitada en el Congreso, frente a una mayoría absoluta, no era necesario explicar el resultado.
Queda el Tribunal Constitucional, ese que tarda años en proclamarse y que su composición es la que es. En el mejor de los casos, la totalidad de la reforma seguirá vigente hasta que se proclamara dicho Tribunal.
Así pues deberíamos hacer unas reflexiones. Si esta reforma legaliza un despido objetivo basado en incumplimientos laborales , (jornadas, por ejemplo por absentismo aunque sea justificado) y la ministra de trabajo (Fátima Báñez), define sus puestos políticos como experiencia laboral.
Es lógico pensar que los incumplimientos políticos pueden ser considerados, en parte, incumplimientos laborales. Y a falta de contrato escrito podemos asimilar que las ofertas electorales son como un contrato no escrito.
Entonces ante las palabras del Vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González, en plena campaña electoral, que decía : "El Partido Popular no va a apoyar abaratar el despido en nungún caso... no se puede hacer una reforma laboral sin hablar con los sindicatos".
Como queda recogido en este video de la entrevista que le realizaron en la 1 de TVE
Video link directo
Y si nos apoyamos en la reforma laboral, ¿podríamos pedir el despido de la ministra por incumplimiento del "contrato" contraído con la ciudadanía?
Que no le importe lo que los ciudadanos piden a gritos por las calles y manifiestan de la forma más lesiva para sus intereses, perdiendo parte de sus ingresos , apoyando una reclamación legítima, es grave pero también previsible.
La reforma laboral que facilita el despido por razones que ahora pasan a ser legales pero no justas, sigue vigente y no tiene tintes de cambiar.
La opción de la enmienda a la totalidad, tramitada en el Congreso, frente a una mayoría absoluta, no era necesario explicar el resultado.
Queda el Tribunal Constitucional, ese que tarda años en proclamarse y que su composición es la que es. En el mejor de los casos, la totalidad de la reforma seguirá vigente hasta que se proclamara dicho Tribunal.
Así pues deberíamos hacer unas reflexiones. Si esta reforma legaliza un despido objetivo basado en incumplimientos laborales , (jornadas, por ejemplo por absentismo aunque sea justificado) y la ministra de trabajo (Fátima Báñez), define sus puestos políticos como experiencia laboral.
Es lógico pensar que los incumplimientos políticos pueden ser considerados, en parte, incumplimientos laborales. Y a falta de contrato escrito podemos asimilar que las ofertas electorales son como un contrato no escrito.
Entonces ante las palabras del Vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González, en plena campaña electoral, que decía : "El Partido Popular no va a apoyar abaratar el despido en nungún caso... no se puede hacer una reforma laboral sin hablar con los sindicatos".
Como queda recogido en este video de la entrevista que le realizaron en la 1 de TVE
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Y si nos apoyamos en la reforma laboral, ¿podríamos pedir el despido de la ministra por incumplimiento del "contrato" contraído con la ciudadanía?
domingo, 25 de marzo de 2012
La Reforma del "Miedo"
Más de 50 reformas laborales se han ido realizando. Pero ¿qué hace diferente esta reforma del resto?
Y es que no es solo una reforma, que modifica ciertas condiciones, sino que vacía de contenido el marco legal en que se movían las relaciones laborales, entre empresarios y trabajadores.
Partimos de la premisa de que, ni todos los empresarios son monstruos ni todos los trabajadores son almas cándidas engañadas por el empresariado.
Pero ambos se movían en un marco legal que ponía "cierto" equilibrio. Un equilibrio frágil, descompensado, mejorable, pero que dotaba de ciertas herramientas que facilitaba la negociación a todas luces mucho más débil para el trabajador.
Y llegamos a una reforma que, vacía por completo de derechos ese equilibrio. Elimina lo que toda sociedad necesita, unos contrapesos que garanticen la igualdad.
Y en su lugar no deja un vacío que pueda ser interpretado según un interprete u otro. Deja la peor de las amenazas para la sociedad, el miedo.
Miedo a pedir demasiado, aunque sea justo, porque eso puede provocar la reacción (ahora legal) desmedida de quién ya tenía más poder.
Miedo a utilizar un derecho básico, como es el derecho a la salud, si ello conlleva no acudir a un trabajo que puede incluso agravar la pérdida de salud.
Miedo a asumir la igualdad de género y oportunidades, liberando a la mujer de ciertos cuidados de los hijos.
Miedo a que la mala gestión de otros pueda ser cargada a sus espaldas. La caída de los resultados puede ser cargada directamente en lo que debería cobrar, sin que ello signifique que si los resultados son buenos, habrá la aplicación del mismo principio y subirá los beneficios que pueda recibir el trabajador.
Miedo a que lo conseguido durante años, con trabajo, sea la causa de su despido. Los trabajadores con una gran antigüedad en una empresa pueden ser sustituidos por nuevos contratos mucho más beneficiosos para el empresario. Sin tener en cuenta que si alguien tiene esa antigüedad no es por un regalo, pues ninguna empresa mantiene trabajadores si pierde dinero. Y si han estado ahí durante años es porque han realizado bien su trabajo.
Pero además hay otro miedo, un miedo que deteriora a toda la sociedad. El próximo 29 convocada la Huelga General, aflora un miedo que ya existía pero que ahora se transforma en terror.
¿Como afronta un trabajador la huelga, con el jefe y dueño, trabajando junto a él? Por muy convencido que esté de la necesidad de la huelga, no puede abstraerse de ese miedo.
Si antes ya existía ese temor, ahora que justamente lo que denunciamos es la facilidad de despedir de forma legal con cualquier excusa a cualquier trabajador o trabajadora, ¿no es más complicado que esa persona se una a la huelga?.
¿Como podemos ayudar a esas personas? ¿Como podemos garantizarles que no habrá represalias de un empresariado (monstruoso este si)?
Hasta para la utilización del arma más potente que tenían los trabajadores y trabajadoras, está dominada por el Miedo.
Complicado escenario para que los trabajadores y trabajadoras podamos ejercer un derecho, que sin ser tocado directamente por ser , en teoría un derecho protegido, queda expuesto a no ser utilizable, por una reforma del MIEDO.
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