sábado, 14 de abril de 2012

Confianza (casi) ciega

Muchos nos preguntamos como hemos podido llegar a esta situación de dependencia de los bancos y cajas.


Como, desde las instancias que dirigen un país, se llega a un punto tal, que es casi imposible escaparse. Por supuesto hablo de la parte de esas instancias que no les ha movido un afán de riqueza personal, que no nos engañemos de todo hay.


Y la respuesta, creo,  no la debemos buscar en complicadas teorías. Cuando he tenido la explicación, con palabras sencillas, que todos y todas , sin necesidad de complejos conocimientos de economía podemos entender, queda al descubierto el por qué.
Me refiero a la explicación de lo que son, las tristemente famosas, participaciones preferentes que algunas entidades han "colocado" a sus clientes.


Se trata de una deuda perpetua, que no cotiza en bolsa (con las complicaciones que ello conlleva para su venta).


Leo las explicaciones de que clase de producto financiero es, y no dejo de sorprenderme de como una persona que ha tardado años en reunir sus ahorros, haga un negocio que a todas luces (ahora a toro pasado) parece muy arriesgado. 


Pero acabo entendiéndolo porque, todos y todas hacemos lo mismo cuando nos dirigimos a nuestra entidad de toda la vida a realizar cualquier operación. Confiamos en la persona que nos ha guiado durante años en como intentar ganar unos céntimos con nuestro dinero (quienes hayan podido acumular alguna cantidad, realizando el trabajo de "hormiguita" durante años) o que no nos cobraran por cualquier operación o a como solicitar préstamos, etc.


Esa persona que confiamos de tal manera que nos cuesta encontrar a alguien que se haya leído completamente el contrato que firmamos con la simple utilización de una tarjeta de crédito.


Pero no puedo culpar a la persona de la ventanilla pues es un trabajador que debe vender el producto que su empresa comercializa, y que si no consigue ciertas ventas el que perderá ingresos será él.


Complicado esclarecer un culpable y un colaborador necesario. Complicado incluso definirlo como delito pues, existe contrato escrito explicativo (con los términos hábilmente complicados como para no llegar a tener muy claro que significan) y firmado como conformidad.


Así que de lo que se ha abusado es de esa confianza que poníamos en las entidades, a pequeña y a gran escala. Y si ahora nos hemos dado cuenta que dimos nuestra confianza a quienes no debíamos, ¿no es hora de cambiar?.


Y ese cambio debe venir de quienes, en teoría, representan a la mayoría de la ciudadanía. ¿O "mayoría absoluta" creen que significa gobernar a la mayoría de forma absolutista?


Seguramente sea complicado demostrar que ha habido delito, pero desde luego ha habido una injusticia.

1 comentario:

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